One step at the time.

por **Saigo** Lun Oct 17, 2011 5:21 pm

- Saigo, desde su juventud ha sido una persona muy veloz, pues desde que el era pequeño, necesitaba robar comida para poder comer, y el acostumbrarse a las huídas acostumbraba su cuerpo, y en especial sus piernas, para poder huír de una mejor forma. Al llegar a cierta etapa de su vida, justo antes de llegar a la decisión de convertirse en pirata, Saigo ya tenía decidido a ser un espadachín que basara sus ataques en la velocidad, y decidió entrenarla más que sus demás habilidades.

Loguetown
Algunos años atrás

- Saigo solía frecuentar todas las islas de el East Blue, pero en especial Loguetown, siendo una isla que visitaba de manera seguida. Saigo era una persona que amaba entrenarse, y Loguetown, al tener un grande y amplio bosque, era una de las islas que Saigo prefería frecuentar, claro, sobre las demás.
Una cálida madrugada, cuando todos dormían, Saigo abandonó su cabaña, dejándo sus pertenencias y a Titán ahí, sin avisarle nada, sólo tomando su katana y las pesas de los pies que el tenía. Buscó un lugar seguro, donde no tubiera ninguna dificultad para poder entrenarse, y al llegar a este, se puso las pesas de los pies en sus tobillos, y con su katana, corto poco a poco un tronco para derrumbarlo, y al tumbar el arbol, cortó la parte superior, donde estaban las hojas, dejándo sólo el tronco.

por **Saigo** Lun Oct 17, 2011 5:32 pm

- Saigo, al ser joven, no podía cargar muchísimo peso, así que sólo se limitó a cargar un tronco mediano en su espalda, y con las pesas en sus pies, empezó a correr alrededor de un perímetro circular con un radio de 30 metros, dando vueltas una y otra vez, al menos haciéndolo por una hora. El aguantaba tal peso, pensándo en lo que podría hacer cuando terminara todos sus entrenamientos, y al poder volverse un pirata respetado y poderoso.
Su cuerpo comenzaba a mostrar cambios, tanto como productos de la tensión en la que había puesto a su cuerpo, como resultados que le eran probechosos. Después de terminar de correr, Saigo dejó el tronco a un lado, al igual que su katana, se ajustó las pesas a los tobillos un poco más apretadas, y se quedó incado frente a un arbol alto, mirandolo fijamente de arriba a abajo.

por **Saigo** Lun Oct 17, 2011 5:40 pm

- Después de mirar aquel enorme árbol por un cierto tiempo, Saigo empezó a correr rápidamente hacia este, situando su pie derecho, luego su pie izquierdo, luego su pie derecho, y al final siendo golpeado por la gravedad, y cayendo de manera agresiva a el suelo, con la espalda hacia este mismo. Rápidamente, regresó a el mismo lugar en el que había empezado, y empezó a correr de la misma manera, corriendo a lo alto de el árbol, pero esta vez llegando 1 paso más arriba, y cayendo nuevamente con la espalda en el suelo. Regresó de nuevo a el mismo lugar, y con una cara de enojo, volvió a correr hacia ese árbol, llegando una vez más, 1 paso más alto, pero esta vez callendo con los pies en el suelo; miró a el suelo, y hizo una sonrisa, la cual anunciaba que este volvería de nuevo a el mismo lugar, para volver a intentar a escalar.

por **Saigo** Lun Oct 17, 2011 5:48 pm

- Pasaron al menos 30 minutos, cuando Saigo empezaba rápidamente a notar el cambio, pues había encontrado la manera perfecta para caer con los piés y sostenerse, y aparte, había ganado bastante fuerza en las piernas, pues tal ejercicio le ayudaba mucho para ejercitar sus piernas y por ende, tener una mayor movilidad y/o agilidad. Al caer después de una de tantas veces, con los piés en el suelo, decidió hacer un poco más duro su entrenamiento, para aparte de subir, y ganas fuerzas, aprender algunas maniobras en el aire. Empezó a correr de la misma manera, a la misma velocidad, y subió el pie derecho, y luego el izquierdo, siguiendo así, hasta llegar a el punto donde no podía dar otro paso más, pero en vez de dejarse caer y caer con los pies, se impulsaba este con el pie derecho, dando una vuelta hacia atrás en el aire, y cayendo con el pecho y golpeando su rostro en el suelo.

por **Saigo** Lun Oct 17, 2011 6:03 pm

- Después de tratar bastante, tiempo, Saigo logro encontrar el balance perfecto entre distancia-altura, para saber el angulo correcto en el que se debía de posicionar para caer con los piés en el suelo. Siguió corriendo a lo alto de ese árbol, cada vez aplicando más fuerza, para poder llegar lo más alto posible, hasta que llegó a un punto donde el sabía que con la condición y la edad con la que contaba, no podría llegar más alto.
Después de ese pequeño entrenamiento, pues Saigo aún era demasiado chico para hacer un entrenamiento más intenso, Saigo tomó su katana, limpió la sangre que había perdido de su rostro, y se encaminó de nuevo a su cabaña, para dormir lo que sobraba de la noche.

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