[Presente] Visitando la zona comercial [Privado]

Orange Town una ciudad costera, la sequedad de su lugares provoca que sea famosa por el producto que la caracteriza, el olor a mosto se puede percibir desde metros adentro de la mar salada. Esa isla es tranquila sin muchos problemas, muchas personas iban meramente a degustar el arte que esta producía. Pero como toda buena ciudad, siempre se descarta los barrios bajos como visita, el tráfico de comida, de armas y por supuesto, el tráfico de vino era el pan de cada en la periferia. Los pueblerinos compraban y vendían en el mercado, un gran murmullo se podían escuchar por los alrededores, nada en particular parecía cambiar aquellos ambientes tan pobres y degradables.

Una silueta, una sombra, quizá un espejismo, una chica con raras vestimentas provenientes de la tribu de las Kuja, caminaba por las calles de aquel mercado. Hecho extraño, pues para la gente adinerada ya se encontraba su propia calle al centro de la ciudad, una acción en la que recapacitar, la cantidad de ladrones y la poca seguridad eran motivos para echar atrás a ricachones aventureros. Los pasos de aquella niña se detuvieron frente a un estante de armas. Su rostro se encontraba sombrío y desinteresado por lo que tampoco se podía deducir su verdadera forma física, pero si se puede apreciar que es una chica, ya que también porta unos cubre orejas de color dorado dándole así una extraña pero reveladora forma.

Su caminata se detuvo para mirar un poco a su alrededor, para luego alzar la cabeza para mirar el cielo, después de mirar un rato las nubes solo se dispuso a decir unas palabras muy vagas – Valla, no hay mucho por aquí más que mirar las cosas que están en esta isla, es muy aburrido el día, tal vez haga otra cosa por aquí… - Sin decir más, bajo la cabeza para seguir caminando esperando que algo llame su atención.

Me encontraba paseando en el East Blue, recorriendo toda isla por la que pasaba, comprando ahí comida, recuerdos y municiones para mis armas, fue así como un día encallé en una isla la cual se podía ver a leguas que estaba habitada por humanos, o por lo menos por seres inteligentes, puesto que desde el barco pude notar que varias habían varias casas en ella y se escuchaban las voces de las personas, ademas de la prueba mas obvia, el puerto donde encallé, me bajé de el navío que había robado hace tiempo atrás y le pagué a un hombre varias monedas de oro para que cuidara de él mientras yo exploraba los interiores del pueblo.

No había nada fuera de lo común, varias tiendas, gente por todos lados haciendo alboroto por simples estupideces, como siempre me dediqué a ver lo que pasaba ahí intrigado, por el modo en el que las personas se comportaban, y la forma en la que vestían deduje que eran los barrios bajos de la isla, me dí vuelta para notar una tienda de armas, a la cual entré a ver las mercancías que vendían ahí, no vendían nada que no tuviera ya, solo un revolver que se veía un tanto añejo, me pareció un adorno interesante para colocarlo en alguna pared del barco, así que decidí comprarlo -si, ehm... quisiera ese revolver que tiene ahí si no es mucha molestia- dije con el tono educado que estaba acostumbrado a usar cuando hablaba con extraños, o por lo menos con extraños que no amenazaran con terminar mi vida de un momento a otro, cuando la compra se realizó salí de la tienda para ver como una pequeña niña de cabellos rozados y unos adornos miraba el interior de la tienda, me pareció interesante pues su ropa no era como la del resto de las personas, lo que indicaba que, o era de la parte adinerada del pueblo o era extranjera, me pareció descortés interrumpir su meditación, así que solo la ignoré y seguí mi camino.

Al ver que no había nada que me interesara mucho, di media vuelta para dirigirme al barco e irme, -aunque también sería buena idea descansar en este pueblo, no se ve del todo mal y quien sabe... talvez consiga algo interesante que hacer- entonces lo decidí, me quedaría esa noche en esa isla, o quizá más de eso, entonces me dispuse a encontrar alguna taberna o algo en lo que pudiera pasar el rato, no pasó mucho antes de notar que la misma chica de antes se encontraba mirando el cielo, escuché las palabras que salieron de su boca, y me pareció interesante pues pensaba lo mismo que yo, creí que una buena forma de perder el tiempo era conociendo a una nueva amiga, así que me le acerqué con una amable sonrisa en mis labios y le dije -buenas... si me permite, si es muy aburrido, soy Nicvent un placer- me presenté ante la extraña con un tono amable y relajado -quiero pasar el tiempo y no consigo nada que hacer, le gustaría acompañarme a algún sitio a ver que podemos hacer?- le pregunté sin saber aún como era su rostro, ni que edad tenía, podía estimar lo ultimo por el tamaño, pero nunca es seguro, lo que si sabía es que tenía que saber cuidarse sola, puesto que estaba en los barrios bajos del pueblo siendo un pequeña y teniendo aspecto de alguien adinerado

Los pasos de la pequeña se vieron interrumpidos con las palabras masculinas de un ser que está detrás de ella, así que se dio una vuelta completa con una mirada seria para ver quien le habla y resulta ser un tipo más grande que ella, de cabello negro largo y vestimentas de color rojo con unos pantalones de color negro, un tipo cualquiera o tal vez un aventurero que trata de iniciar su viaje. Al terminar de escuchar sus palabras la chica responde con un tono bastante tranquilo y suave – Un placer, mi nombre es Meredy, en cuanto a acompañarte quizás… me puedes ayudar a buscar un lugar donde pueda encontrar recetas de cocina, como estamos en una zona comercial se puede encontrar cualquier cosa pero también cualquier situación, si miras bien … - Dijo mientras señala hacia más abajo de la zona, donde se puede apreciar una plaza en el camino que va más abajo - Puede que más abajo se encuentre gente que busca aprovecharse de la gente y pueden crear un caos en poco tiempo – Dijo en tono bajito para que solo le escuchara Nicvent, no suele hablar con extraños pero algo tienen en común, ya que pasan por un momento que es largo y aburrido, una buena forma de matar el tiempo es hablar con alguien más sin importar que tan conocido o desconocido sea, tras sus palabras solo queda escuchar la respuesta.

La zona comercial en la que se encuentran se componen de muchas tiendas además de barrios, un barrio alto, en donde se encuentra Meredy actualmente, el barrio bajo, donde se puede ver un camino que va bajando de poco a poco para ver al final una gran plaza donde se puede ver que es el mercado principal, el objetivo de la chica es buscar cosas que pueden hacerle útiles en su viaje, como herramientas de cocina y de supervivencia entre otras cosas.